El Gobierno de Venezuela ha presentado pruebas de la trama de corrupción liderada por el golpista Juan Guaidó y su entorno para desestabilizar el país.
Las pruebas, divulgadas este lunes por el ministro venezolano de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, consisten en una captura de pantalla de conversaciones entre Roberto Marrero, jefe del despacho de Guaidó, y una mujer a quien denominan “Rossana de Cúcuta”, sobre la contratación de sicarios de otros países de América Latina.
Según las pruebas, Marrero pidió al autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Guaidó, que solicitase al presidente de Colombia, Iván Duque, la recomendación de una oenegé que se encargara de manejar el fondo de mil millones de dólares.
Rodríguez ha destacado que el entramado en cuestión, que habría sido organizado por el partido opositor Voluntad Popular (VP), “ya aparece en medios de la extrema derecha”, en referencia a una denuncia periodística realizada el viernes por el portal estadounidense PanAm Post sobre la supuesta apropiación de fondos para la “ayuda humanitaria” por parte de los representantes de Guaidó en Colombia, Barrera y Kevin Rojas.
Según el ministro venezolano, esos actos de corrupción se desarrollaron tras el intento de la oposición venezolana de ingresar “ayuda humanitaria” desde Colombia, el pasado 23 de febrero.
El ministro venezolano ha recordado que, en marzo pasado, Caracas ya había denunciado una “gigantesca trama de corrupción” con dinero enviado a Cúcuta (Colombia) para presuntamente contratar a un grupo de mercenarios colombianos y centroamericanos que atentaría contra la vida de líderes políticos, militares y magistrados venezolanos para empeorar la situación en Venezuela.
Durante la referida operación, los opositores quemaron un camión cargado con sospechosa ayuda para recriminar a los militares venezolanos de este sabotaje y crear un “falso positivo”.
Tras esta maquinación, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, rompió relaciones diplomáticas con Bogotá, acusando a Duque, de secundar la estrategia de Washington de tapar, mediante dicha ayuda, la entrega de armas a la oposición y promover una intervención en Venezuela.