Como cada año, el gobierno de Oaxaca, a través de la Secretaría de Turismo, instaló decoraciones para la temporada de Día de Muertos. Sin embargo, en lugar de optar por adornos tradicionales y representativos de la cultura oaxaqueña, se colocaron esqueletos de plástico importados de China, facturados a un precio sobrecargado.

La decisión ha generado críticas entre artistas y artesanos locales, quienes consideran que este tipo de decoraciones deja de lado la riqueza cultural de la región y desaprovecha la oportunidad de promover el trabajo artesanal oaxaqueño.