En una serie de eventos alarmantes el pasado lunes, tres personas en el estado de Oaxaca sufrieron ataques de perros, arrojando un trágico desenlace en un caso y dejando heridas graves en otros. La comunidad se encuentra conmocionada ante esta ola de incidentes, que ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar cuestiones de seguridad pública y bienestar animal de manera efectiva.
En un incidente que conmovió a la región, un hombre con discapacidad transitaba en su silla de ruedas por la calle Emiliano Zapata en la parte alta de la Colonia Francisco I. Madero en Salina Cruz. En un giro inesperado, un perro lo atacó violentamente. La víctima, identificada como José P.S., de 40 años, sufrió mordeduras en la yugular que lamentablemente resultaron fatales. La comunidad ha sido conmovida por esta triste pérdida y se preguntan cómo se pueden evitar incidentes similares en el futuro.
En un incidente separado, en Santa María el Tule, un niño de tan solo un año de edad fue víctima de un ataque de perro en la cabeza, sufriendo heridas graves que han generado una preocupación generalizada. El pequeño está siendo atendido en el Hospital Civil “Dr. Aurelio Valdivieso” en la ciudad de Oaxaca, donde los médicos trabajan incansablemente para estabilizar su condición.
El tercer episodio tuvo lugar en el Zócalo de la ciudad de Oaxaca, donde un perro de la raza pitbull arremetió contra un niño de dos años de edad. La situación se tornó aún más alarmante cuando una valiente mujer, Liliana Delgado, intentó detener al perro durante el ataque al niño, resultando ella misma herida. Afortunadamente, las lesiones no revisten gravedad, lo que permitió que las partes involucradas llegaran a un acuerdo para la atención y seguimiento del menor y la mujer.
Estos incidentes han suscitado la preocupación tanto de la comunidad como de organizaciones dedicadas a la protección animal, como Ayuda al Perro Amigo (APA Oaxaca). Dichas organizaciones han resaltado la importancia de abordar estas situaciones desde una perspectiva integral, recordando que el comportamiento de los perros no se relaciona directamente con su raza, sino más bien con la crianza y el entorno en el que se encuentran.
Esta ola de ataques caninos ha suscitado un debate fundamental sobre la seguridad y el bienestar de las personas y los animales en la región. La comunidad espera que se implementen medidas efectivas para prevenir futuros incidentes y garantizar la seguridad tanto de los residentes como de sus fieles compañeros caninos.