La joven luchó la mitad de su vida contra la anorexia, sin embargo, no pudo ganar esta batalla que hoy su padre relata.

Fue una larga lucha, tan larga como aquel que pelea por asirse a la vida cuando una enfermedad o trastorno padece. Y eso sucedió con Emma Brown, una joven que luchó más de la mitad de su vida contra la anorexia. Durante años, de acuerdo a la BBC, entró y salió de los hospitales, hasta que un día, no pudo más.

Simon, su padre, relató cómo su enfermedad llegó a ser tan incontrolable que la familia la denunció a la policía para acabar con este mal que al final le quitó la vida.

Llegó a robarle a su padre miles de dólares

Emma padeció anorexia desde que tenía 13 años. El tipo de enfermedad que ella padecía estaba catalogado como “purga compulsiva”, privando a su cuerpo de nutrientes que le eran necesarios para vivir. “La llevaban en una ambulancia al hospital, digamos, el viernes por la noche y la ingresaban en una sala donde le administraban potasio”, relató Simon Brown a la BBC de Londres.

“El domingo empezaba a sentirse un poco mejor, el lunes se daba el alta a sí misma, y a partir de ahí la historia se volvía a repetir y repetir y repetir”, cuenta Simon agregando que en muchas ocasiones les llegó a robar miles de dólares para gastárselos en sus restaurantes favoritos.

“No era porque quisiera llevar un estilo de vida lujoso. Era parte del trastorno alimenticio que finalmente le costó la vida”, dijo el padre de Emma, quien tuvo que denunciarla con la policía al saber sobre los robos. “Tienes una hija que es una criminal y fuiste tú quien la denunció… Se siente como una especie de traición”.

‘Llegó a estar tan débil que no podía subir las escaleras’

Cuando la diagnosticaron, sus padres intentaron llevarla al hospital, sin embargo, al haber casos más complicados que el de ella, tuvieron que cuidarla en casa. Con el paso de los años se acostumbraron a hacerlo y sólo recibían consejos generales, sin algún tipo de medicación.

“Es casi indescriptible cuán difícil fue. Tienes otros dos hijos que estás tratando de cuidar, tienes un trabajo que mantener y tu hija cada día se acerca más a la muerte frente a tus ojos. De la niña tan activa que había sido, llegó a estar tan débil que no podía ni subir las escaleras. Así que se la pasaba tumbada en el sofá y la teníamos que cargar hasta su cama”, relató Simon.

Después de haberla ingresado al hospital se dieron cuenta los médicos que también tenía un desorden de personalidad, lo que provocaba que robara y cometiera actos violentos en contra de su familia, como amenazarlos con cuchillos, tanto a sus padres como a sus hermanos menores.

Entre la anorexia y la falta de atención médica…

Y es que aunado a los problemas que tenía Emma, se agrega también la falta de atención médica y de preparación para los estudiosos sobre los casos que implican desórdenes alimenticios. Al final, los padres de Emma no pudieron con la enfermedad de su hija, y tampoco pudieron recibir la atención médica correspondiente.

A los 27 años, Emma perdió la vida no sólo en medio de la enfermedad, sino también en medio de una demanda por los ataques que su familia había sufrido por su desorden de personalidad. Ahora, Simon se arrepiente de haberla demandado, pero, alude, que nadie les dijo cómo comportarse o cómo apoyar a su pequeña.