Migración africana “sin precedentes” desborda a México

Agencias | Internacional

Autoridades fronterizas de México y Estados Unidos están intentando lidiar con una oleada sin precedentes de migrantes que huyen de dificultades económicas y violaciones a los derechos humanos desde distintos países de África.

Acostumbrados a recibir grandes grupos de habla hispana, los agentes de la Patrulla Fronteriza del sector Del Río (Texas) se sorprendieron al detener la semana pasada a más de 500 africanos que caminaban en grupos separados, después de cruzar el Río Bravo con niños a cuestas.

Los grupos llegan al continente en vuelos que atraviesan el Océano Atlántico y aterrizan en países de América del Sur, para luego embarcarse en un largo viaje terrestre.

La detención hecha por los agentes de Del Río representa más del doble de los 211 migrantes africanos que fueron detenidos en el año fiscal 2018 a lo largo de los más de 3,200 kilómetros de frontera entre EEUU y México.

Según declaraciones recientes de Raúl Ortiz, jefe de la Patrulla en ese sector, los inmigrantes son en su mayoría de la República del Congo, la República Democrática del Congo, Angola y Camerún.

“Una anomalía” migratoria
“Definitivamente es una anomalía que no hemos experimentado antes”, dijo Ortiz, citado por The New York Times. “Sabemos que hay algunos más en camino. Vamos a prepararnos como si esperáramos más”.

El pasado sábado, se registraron en Tijuana unos 90 cameruneses que buscaban ingresar en una lista de espera para solicitar asilo a las autoridades estadounidenses.

Human Rights Watch ha afirmado que, al menos en Camerún, unas 1.800 personas han muerto y medio millón ha huido de sus hogares en las regiones anglófonas desde fines de 2016.

En la lista de espera, que ya se monta en 7,500 solicitantes, también se encuentran etíopes, eritreos, mauritanos, sudaneses y congoleños.

Muchos de los migrantes han sido trasladados a San Antonio (Texas) o Portland (Maine), donde en la década de los 90 fueron reasentados los refugiados somalíes.

De acuerdo con Jon Jennings, desde la administración de la ciudad de Portland, se trata de un fenómeno “sin precedentes” que ya tiene a la urbe con un refugio de emergencia totalmente lleno.

Prince Pombo, un solicitante de 26 años que radica ahora en Portland, explicó a The Associated Press que había huido de su país natal, la República Democrática del Congo, debido a la opresión política. Fue a la vecina Angola y luego voló a Brasil. En total, pasaron tres años desde que salió de su tierra hasta que arribó a EEUU.

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