Usuarios de Facebook publicaron las fotografías donde se observa a las crías de tortugas atrapadas entre el sargazo
El sargazo que afecta a las playas del estado mexicano de Quintana Roo, cobró nuevas víctimas. Y es que usuarios de redes sociales denunciaron la muerte de masiva de crías de tortugas, en la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an.
A través de Facebook, Viviana García publicó varias fotografías en donde se observan a las crías recién nacidas, atrapadas entre las montañas de algas que se encuentran en la Reserva, que se supone, es un área protegida.
Al parecer, se trata de ejemplares de tortuga Golfina, la cual se encuentra en peligro de extinción y se encuentra protegida bajo la Norma Oficial Mexicana 059.
De acuerdo con el periódico Excelsior, el nacimiento masivo de tortugas en la región se dará a partir de la primera quincena de agosto y durante todo el mes de septiembre y octubre, por lo que es necesario que los tres órdenes de gobierno y grupos de voluntarios atiendan el grave problema de sargazo.
Tulúm, el municipio donde se encuentra ubicada la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an, sufre serias afectaciones por el recale masivo de sargazo, de acuerdo a la Red de Monitoreo de Sargazo en Cancún.
Las montañas de alga marina también causan severos daños a los manglares, que son los lugares de crianza de la mayoría de las especies de importancia comercial como el camarón, que pasan ahí sus primeros meses de vida alimentándose y protegiéndose de sus depredadores.
Basureros clandestinos de sargazo causan graves daños ecológicos en el Caribe mexicano
Las miles de toneladas de sargazo recolectadas en los últimos meses en Puerto Morelos, en Quintana Roo, han sido ilegalmente desechadas en zonas selváticas y en ríos, poniendo en peligro el ecosistema.
De acuerdo con especialistas, las cerca de 40 toneladas de sargazo acopiadas cada día en este destino turístico son llevadas a tiraderos clandestinos, lo cual constituye un delito medioambiental y viola las normativas federales.
Cuando la macroalga se apila en determinado lugar, los lixiviados que se producen derivados del proceso de descomposición se filtran al subsuelo, tal como lo han documentado investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De tal suerte que el amonio, nitrógeno, fósforo, arsénico y ácido sulfhídrico que se producen cuando el sargazo se descompone, así como los metales pesados –plomo e incluso oro-, se van al subsuelo.
Todo estos compuestos se están infiltrando a los ríos subterráneos, explicó la académica Rosa Rodríguez-Martínez, de la UNAM.
Personal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Puerto Morelos y de la empresa Dakatso trabajan conjuntamente en la recolección del sargazo desde mayo pasado.
A un costado del inicio de la denominada Ruta de los Cenotes, a cuatro kilómetros de la costa del Mar del Caribe, se encuentra uno de los sitios donde han tirado toneladas de esta plaga marina que afecta desde hace más de un año la región, causando pérdidas en el sector hotelero y gastos adicionales para limpiar las playas.
Debajo de esta ruta se encuentra una compleja red fluvial que, de acuerdo con el Plan Municipal de Desarrollo Urbano del municipio, corresponde a una importante área de captación de lluvia.
Desde 2015, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en los lineamientos generales para la remoción del sargazo de las playas del Caribe mexicano, se determinaron las normas de depósito final.
“El depósito definitivo se realizará en los sitios y formas autorizadas por la autoridad competente (Semarnat y municipio)”, se lee en el punto número 12 de dicha normativa.
Asimismo, en 2018, la Secretaría del Medio Ambiente (SEMA) estatal habilitó siete espacios de depósito final que, pese al sistemático y constante arribo de toneladas de sargazo, en 2019 se redujeron a solo cinco, uno de los cuales se encuentra, precisamente, en Puerto Morelos.
Pero al preguntar a los trabajadores de Dakatso el porqué no llevaban el sargazo al depósito oficial, éstos respondieron que está saturado, por lo que decidieron cambiar de lugar.
Ni el lugar oficial ni este nuevo cuentan con la protección medioambiental para evitar filtraciones: una geomembrana, es decir, material impermeabilizante.
Dakatso, con giro comercial de hojalatería y pintura, cuenta con un contrato de 8 meses para realizar este trabajo, concedido por el el gobierno municipal.