El reverendo Richard Bucci indicó que hay más muertos por aborto que por abusos sexuales por parte de sacerdotes.
El reverendo Richard Bucci, de Rhode Island, Estados Unidos, publicó la semana pasada una lista con los 44 políticos que habían votado a favor de la Ley de Privacidad Reproductiva en la que se les prohibía recibir comunión, ser padrino o leer textos en bodas y funerales.
En el volante repartido entre los creyentes, el sacerdote justificaba sus decisiones con base en “Dos mil años de enseñanzas católicas”.
La pedofilia no ha matado a nadie
En una entrevista en el medio local WAJR, Bucci, de 72 años, fue más allá y afirmó que “la pedofilia no ha matado a nadie y esto sí” y sostiene que hay más muertos por culpa del aborto que niños de lo que se ha abusado.
Estas declaraciones han generado mucha polémica en redes sociales y medios de comunicación estadounidenses. Carol Hagan McEntee, representante demócrata por el estado de Rhode Island y principal impulsora de la ley que beneficiaba a las víctimas de abuso sexual infantil ha criticado duramente al reverendo.
La diócesis de Rhode Island pagó 10 millones a un lobby en contra de la legislación que protege a las víctimas de abuso infantil. “No entiende nada cuando dice que la pedofilia no mata a nadie”, afirma la diputada en la CBS . “Deberían haber estado en la cámara del estado y haber escuchado a los testimonios porque hay víctimas que ya no están entre nosostros”, añade. “Han destruido prácticamente sus vidas. Los que aún escuchamos es porque han tenido suerte y siguen vivos; no han muerto por sobredosis o se han suicidado”.
‘El Papa debería venir a Rhode Island’
McEntee ha recibido el apoyo de la también representante del estado Julie Casimiro, cuyo nombre se encuentra en la lista de Bucci. “El Papa debería venir a Rhode Island”, sostiene. Por su parte, la diócesis del estado no ha querido hacer declaraciones.
La iglesia local ya generó polémica tras descubrirse que había invertido 10 millones en un lobby en contra de la legislación que protege a las víctimas de abuso infantil.