La economía de México se encuentra estancada debido a la falta de gasto público, los subsidios a madres solteras para las guarderías de sus hijos fue suspendida, se le bajó el sueldo a los funcionarios públicos y muchos fueron despedidos; se están vendiendo y subastando vehículos como autos, aviones, incluyendo el avión presidencial, joyas y demás; fue cancelado el Estado Mayor Presidencial; se bajó el presupuesto a los organismos autónomos, lo mismo que a la Cámara de Senadores, la Cámara de Diputados y el Poder Judicial de la Federación, además.
El presidente se negó a habitar la residencia de Los Pinos y a utilizar el vehículo destinado para él; a las embajadas y consulados se le disminuyó el presupuesto, desapareció la función de promoción turística de México, fue cancelado el Aeropuerto que se construía en Texcoco y todo eso, más lo que usted recuerde, fue justificado en el nombre de la política de “austeridad republicana” impuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ahora la austeridad presidencial ha quedado en entredicho porque el senador del PAN Julen Rementeria publicó en redes imágenes del Programa Anual de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios en el que está integrado el presupuesto destinado a la familia presidencial de la Cuarta Transformación, que contempla la compra de algunos productos a precio elevado como 335 mil pesos para comprar 20 unidades de longaniza de primera; además 458 mil pesos de pescado blanco oriental; 125 mil pesos de papa blanca y 97 mil pesos de guayaba.
Cuando uno ve los precios y cantidades de los productos destinados para el consumo de la familia presidencial se cuestiona si la “austeridad republicana” es para todos o tiene en los habitantes de Palacio Nacional una excepción porque de ser así los más de 50 millones de pobres que el CONEVAL nos dijo ayer que hay en México tendrían razón para inconformarse y reclamar por tan grande simulación.
La tormenta que se desató en las redes sociales por el llamado #Longanizagate recibió respuesta de la oficina de la Presidencia de la República mediante un comunicado de prensa, aclaró que “esos precios vienen del gobierno anterior, es decir, que la administración de Enrique Peña Nieto propuso que se adquirieran esos insumos a precios exorbitantes, y que el gobierno de López Obrador no ha comprado nada aún.
Lo que no se explica es por qué se tiene aún arriba el Programa de Adquisiciones que propuso el gobierno anterior (han pasado 8 meses desde que entregaron la administración) o peor, por qué se toma como base para después irlo modificando, suspendiendo o cancelando. Sobre todo, si ya saben que se puede prestar a malas interpretaciones.