Toda una generación estuvo marcada por el lema de la emblemática serie Pokémon, “¡Atrápalo ya!, que fue justo lo que pensaron un grupo de mexicanos cuando les pasó por delante la oportunidad de participar en la producción de la película “Detective Pikachu”.
Trece ex alumnos de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tecnológico de Monterrey trabajaron en la animación de este filme que ha despertado la nostalgia de muchos jóvenes nacidos en la década de 1990.
“Cuando vi que había la oportunidad de unirme a la producción de Pokémon, no lo pensé dos veces”, contó Luis Iván Aguilar, un joven de 27 años que participó en la iluminación artística de la película co producida por Moving Picture Company (MPC) en Canadá.
Originario de la norteña ciudad de Monterrey, Luis Iván nunca se habría imaginado trabajar en un proyecto como este, dado que “Pokémon Amarillo” (2001) fue uno de los primeros videojuegos que tuvo de pequeño.
“Recuerdo que siempre me gustaba observar la ventana e imaginarme que me encontraba en el mismo mundo Pokémon”, rememora nostálgico.
Pero la huella mexicana en este éxito taquillero es mucho más amplia, como demuestra Nancy Martínez, quien llegó hace un año y medio a Montreal (Canadá), donde entró en el equipo de MPC dedicado a animar y modelar los personajes.
Esta joven de 27 años y también originaria de Monterrey aseguró que “Pokémon siempre ha sido algo muy grande y muy vigente” para su generación, y por ello la gran “popularidad” del nuevo filme que revive a estas emblemáticas criaturas.
Algo diferente fue el acercamiento que tuvo a esta saga Mitzy Agüero, nacida hace 26 años en Tepic, capital del occidental estado de Nayarit, quien lleva casi dos años en la industria cinematográfica.
“De pequeña no era fan de Pokémon. Una de las razones por las que sabía de él era porque mis amigos me llamaban Misty en vez de Mitzy”, cuenta sobre su apodo infantil, que hacía referencia a un importante personaje de la serie.
Pero confiesa que con el tiempo se fue “enamorando” de estas criaturas y ahora tiene muy claros sus Pokémon favoritos: Pikachu, Bulbasaur y Psyduck.
Los tres mexicanos, residentes en Canadá, coinciden en que supuso “todo un reto” trabajar en esta película en la que el célebre Pikachu, inseparable amigo de Ash Ketchum, ayuda al joven Tim a encontrar a su padre.
Y es que durante los cerca de dos años que duró la producción, en la que trabajaron centenares de personas, uno de los grandes objetivos fue que “actores de carne y hueso” pudieran convivir e interactuar con criaturas Pokémon construidas mediante la animación cinematográfica.
“Uno de los mayores retos fue generar este balance de estilo y animación, en que los personajes Pokémon los integramos en el mundo real con los actores pero seguían teniendo su personalidad”, cuenta Nancy.
Mientras que Mitzy, quien participó en la iluminación y efectos 3D, rememora la dificultad de trabajar varios planos y fotogramas a la vez, los cuales tenían efectos en tres dimensiones.
Especialmente ardua fue la iluminación de árboles, arbustos, polvo, rocas y hojas.
“Me tocó trabajar en una de las secuencias finales, donde toda la ciudad se tenía que ver hiperrealista y a la vez darle toques de iluminación artísticos”, relata Luis Iván, para quien supuso un reto “respetar la paleta de colores” de los Pokémon.
El resultado ha superado todas las expectativas para “Detective Pokémon”, que ha recibido una enorme acogida del público desde que fue estrenada el pasado 10 de mayo, a pesar de coincidir en taquillas con “Avengers: Endgame”, la segunda película más taquillera de la historia.
“Personalmente lo considero uno de mis proyectos favoritos, ya que fue muy gratificante haber participado en una película que tuvo un gran alcance”, expresa una orgullosa Mitzy.
Algo en lo que coincide plenamente Luis Iván: “Es muy satisfactorio ver que el trabajo y esfuerzo que pusimos como equipo se vea reflejado en la pantalla y la gente salga con comentarios positivos”.
Si pudieran regresar al pasado y mostrar el resultado de la película a su ‘yo’ de hace 20 años, seguro que no los defraudarían.
Y animarían a esos niños a salir de sus poblaciones natales, ya sea Pueblo Paleta, Monterrey o Tepic, para emprender la aventura de “atrapar” sus sueños.