La oferta resulta atractiva. “16 pesos el litro de gasolina”, se lee en los letreros que adornan los tambos apilados en los puestos del tramo carretero Fronterizo Los Altos, Chiapas.
Ahí, la venta de hidrocarburo es 3.78 pesos más barato que en las estaciones de servicio (21 pesos aproximadamente) por ello, camiones de carga, autos particulares y hasta autobuses hacen una parada obligatoria.
Con un embudo unido a una manguera corta, se filtra poco a poco la gasolina más barata del país, la cual se importa de Guatemala.
El negocio local empezó a cobrar fuerza a principios del 2019, al tiempo que surgían los operativos contra el robo de combustible que implementó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la zona centro del país.
Según los pobladores viven con el constante temor que ocurra una explosión como sucedió en Tlahuelilpan, Hidalgo, donde el robo de gasolina ocasionó una tragedia que dejó 135 muertos.
“Ni el Ejército se mete con nostros, las organizaciones campesinas de esta región nos respaldan. El negocio siempre ha existido aunque ahora más”, señaló un comerciante a Reforma.
Las cuentas indican que por lo menos tres veces a la semana los chiapanecos se mueven a Guatemala, región donde el litro de combustible se vende en 15.30 pesos.
Reforma contabilizó en la curveada carretera cerca de 25 improvisados negocios, que casualmente esquivan a las seis gasolineras de Petróleos Mexicanos en la zona.
Un caso contrario sucedió en Monterrey, donde representantes colectivos presentaron una solicitud de amparo contra la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a fin de que se le suministre combustible con la misma calidad de la que se surte en el Valle de México y la zona metropolitana de Guadalajara.
Samuel Sepúlveda, senador de Movimiento Ciudadano (MC) afirmó que la comisión está siendo omisa en la aplicación de su norma y discrimina a la zona metropolitana de Monterrey porque permite que se comercialicen combustibles categoría C y no AA como en la CDMX.
El hidrocarburo clasificación C, que produce la refinería de Cadereyta, contiene más azufre que la gas “chilanga”.