A pesar de la preocupación de trabajadores del Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) 13, ubicado en el municipio de Mengolí, en Miahuatlán, por amenazas en contra de su integridad física y laboral, a la fecha las autoridades han hecho caso omiso.
El pasado martes, en la zona aparecieron presuntas narcomantas donde se amenazaba al personal penitenciario con ejecuciones si seguían hostigando a algunos internos, por lo que el miércoles, los trabajadores protestaron pidiendo mayor seguridad.
Además el personal pidió la destitución del director del CEFERESI, Gregorio Pacheco Martínez debido al hostigamiento en el que ha incurrido en contra del personal debido a la protesta que iniciaron desde el pasado miércoles.
Los trabajadores pidieron al gobierno Federal y estatal volteen los ojos hacia los empleados de los centros penitenciarios y se prevenga una situación similar a la que ocurrió a custodios del Penal de Morelos.
En el penal de mediana seguridad suspendieron actividades más de 260 trabajadores de seguridad y administrativos, entre personal médico, jurídico, criminólogos, trabajadores sociales, psicólogos y maestros de educación física.
Para este viernes, no se había reportado atención alguna por parte de la Secretaría de Seguridad Pública.
Acorde al estudio Estadísticas sobre el sistema penitenciario estatal en México, realizado por el INEGI, en el 2016, en promedio de todos penitenciarios de la república, había 8.24 personas privadas de libertad por cada custodio, con disparidades alarmantes como en Quintana Roo (el caso más llamativo) donde hay 25.7 personas privadas de libertad por personal de seguridad y en Guanajuato, el único caso donde hay 2.9 personas por custodio.
A diferencia del promedio nacional de 8.24 personas por custodio, por ejemplo, un estudio generalizado del 2017 sobre las prisiones en Europa, el promedio es de un 3.0, esto termina reflejándose, por supuesto, en la seguridad y calidad de vida y trabajo de los custodios, dio a conocer Asistencia Legal por los Derechos Humanos A.C (ASILEGAL).
Los trabajadores de los centros penitenciarios se enfrentan a la poca percepción de seguridad en términos de salud, seguridad personal y familiar, es una realidad compartida por la mayoría de personal de custodia: el 80% afirmó sentir que su trabajo es riesgo para su salud, otro 88.24 para su seguridad personal y un 73.53% para sus familias, detalló el organismo.