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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, le queda a deber a los ciudadanos en este primer informe de gobierno, toda vez que, mas allá de buenos resultados, presentó un decálogo de buenas intenciones.
Desde el Partido de la Revolución Democrática, vemos con preocupación que la violencia no cesa en el país y que el panorama económico es poco alentador, señaló la dirigencia estatal.
De gobernante, el jefe del ejecutivo federal se ha convertido en administrador de esperanza, debemos reconocer su gran capacidad y talento para vender ilusiones, que nada tienen que ver con la realidad que enfrentan millones de mexicanos.
Las políticas públicas improvisadas, la falta de transparencia y de una planeación integral en materia económica, son una escasa muestra de que la Mercadotecnia Política genera votos y cuentas alegres, pero no resultados en el ejercicio del poder.
En el ámbito de política internacional, ha faltado contundencia y visión, los mexicanos no podemos aceptar el servilismo con que actúa el presidente frente a las imposiciones de Donald Trump.
El PRD, considera urgente un gran acuerdo nacional que involucre a todas las expresiones, la imposición, intolerancia y falta de oficio político, representa una regresión que lastima al país.
