Empeora impunidad en México por asesinato de periodistas

El Comité para la Protección de los Periodistas, una organización de enfoque internacional en defensa de la libertad de expresión, reveló en su Índice Global de la Impunidad, en la que mide a trece países, que, hasta la fecha, México es la zona más mortífera para periodistas de este año y ha empeorado su índice de impunidad desde el 2008. Los resultados detallan que entre 1992 y 2019 en el país han asesinado a 49 periodistas, y 30 de ellos siguen sin resolverse por la autoridad.

Durante el decenio que abarca el Índice, y que concluye el 31 de agosto del 2019, en todo el mundo asesinaron a 318 periodistas en represalia por su labor, y en el 86 por ciento de tales casos ninguno de los autores ha resultado condenado por la justicia.

 

México, impune

El Índice Global de la Impunidad precisa que Somalia encabeza la lista de los trece países más impunes por el asesinato de periodistas; le siguen Siria, Irak, Sudán, Filipinas y Afganistán, y en la séptima posición se encuentra México, que también está por encima de Paquistán y Brasil [ver tabla completa].

Asimismo, México está catalogado por el Índice como uno de los cuatro países de la lista que empeoró su impunidad respecto al asesinato de periodistas. Además, es el segundo país con más asesinatos sin resolver en doce años, con 30, solo por debajo de Filipinas, que suma 41 casos.

Según el Comité de Protección de Periodistas, los trece países que forman parte de la lista representan una combinación de regiones conflictivas y países más estables, en los que grupos criminales, políticos, funcionarios gubernamentales y otros actores poderosos recurren a la violencia para silenciar los informes críticos e investigativos.

Además, atribuye a la corrupción sin control, las instituciones ineficaces y la falta de voluntad política para llevar a cabo investigaciones sólidas como los factores detrás de la impunidad.

En entrevista para EL DEBATE, Jan Albert Hootsen, representante en México del Comité de Protección de Periodistas, opinó que los datos del Comité son bastante alarmantes para México, al ser el país más mortífero para periodistas en lo que va del 2019.

Destacó que es el segundo lugar en casos después de Filipinas, pero un dato curioso —según expuso— es que los países que están por encima de México, como Yemen, están en plena situación de guerra: «México, aunque no vive una guerra tradicional, tiene los marcos institucionales y jurídicos diseñados para la protección a periodistas, pero la estructura no está funcionando, estas características sobre México indican que es un caso único en el mundo».

Lo anterior —explicó— ocurre porque en México la violencia mortal ha ido aumentando en los últimos cinco años, cuando la tendencia mundial ha sido la disminución de asesinatos de periodistas.

Jan Albert Hootsen, representante de México para el Comité de Protección de Periodistas, mencionó que aunque no percibió la violencia de cerca el pasado 17 de octubre en Culiacán, cuando se desató una balacera que atemorizó a los ciudadanos, consideró que el hecho fue un evento único, mismo que calificó como la escalada de una situación que ha venido aumentando en medio de una nueva etapa en el combate a la delincuencia.

Sin acciones internacionales

El año pasado, el Comité para la Protección de los Periodistas registró impunidad completa en el 85 por ciento de los casos de periodistas asesinados. Históricamente, este número ha estado más cerca del 90 por ciento; los últimos dos años reflejan una pequeña mejora.

Los trece países en el Índice representan más de las tres cuartas partes, 222, del total mundial de asesinatos sin resolver de periodistas durante el periodo del Índice. Los trece han aparecido varias veces desde que el Comité compiló el Índice por primera vez en 2008, y siete han aparecido cada año.

Al respecto, Courtney Radsch, directora de Campañas del Comité de Protección a Periodistas, consideró que la impunidad que han presenciado en dichos países año tras año, y saber que las autoridades no toman medidas eficaces contra los autores de los ataques contra la prensa, menoscaban la capacidad de los periodistas de todo el mundo de ejercer la profesión: «Los Gobiernos democráticos no pueden permanecer callados ante la impunidad si quieren que se les vea como defensores de la libertad de prensa. Es un imperativo que los periodistas y sus familias reciban la justicia que merecen, y que los líderes mundiales exijan la rendición de cuentas», expuso en un comunicado.

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