Es la geografía del terror. Esta madrugada las autoridades han dado a conocer la cifra que ayuda a dimensionar el horror en uno de los estados que más ha sufrido el castigo de la delincuencia organizada: 25 personas muertas y 13 heridas en un ataque a un bar en Coatzacoalcos, Veracruz.

Ahí, asesinados y con marcas de la inmutable violencia, fueron encontrados los cuerpos de personas con nombre, familia, amigos, compañeros.

Coatzacoalcos, el segundo municipio más poblado de la entidad,-319,187 habitantes- y tal vez uno de los más complejos por su diversidad regional, dispersión poblacional y alta conflictividad social y política, viene sufriendo desde hace varios años una franca crisis.

Desde hace 15 años, una serie de gobiernos estatales desastrozos han causado la desinstitucionalización de un gobierno de por sí frágil y permitido la implementación del crimen organizado en todo el territorio.

Primero, se aseguró que el ex gobernador Fidel Herrera (2004-2010) pactó con el grupo delincuencial de Los Zetas y luego el exmandatario, Javier Duarte, habría dado entrada al Cártel de Jalisco Nueva Generación. Estos hechos conllevaron a una brutal violencia con miles de muertos y desaparecidos en el estado veracruzano.

La historia no ha sido diferente en las dos últimas administraciones.

 Uno de los reproches a los gobiernos estatales es la rabia de los veracruzanos y las razones de ese sentimiento serían los hechos violentos.

Éstos empezaron en 2019 con el asesinato de la empresaria Susana Carrera, cuyo cuerpo fue encontrado una semana después de ser secuestrada. Aunque se dijo que su homicidio fue a causa de la negativa del pago del rescate, hoy sabemos que el CJNG, quien se atribuyó éste crimen, lo realizó como un ajuste de cuentas contra el esposo de la víctima por supuestamente apoyar a Los Zetas. 

Susana fue despojada de su vida con toda la saña posible, en Coatzacoalcos. Un crimen de tantos. 

Las cifras de Semáforo Delictivo indican que en julio de 2019 se registraron 13 homicidios en el municipio de Coatzacoalcos, siendo la zona con más carpetas de investigación en dicho delito.

En Coatzacoalcos, la sangrienta por la plaza de la venta de droga se la disputan los cárteles de los Zetas y Jalisco Nueva Generación que han hecho públicas las amenazas y ejecuciones.

En este sentido, el pasado 20 de julio un hombre fue ejecutado por presuntos sicarios de “El Mencho”, horas después de haber sido liberado de la prisión Cereso Duport Ostión de Coatzacoalcos.

El occiso identificado como José Ángel Pacheco, apodado “El Fabiruchis”, fue acribillado al salir de un taxi, donde había una narco amenaza que advertía: “Esto le va a pasar al que ande vendiendo cristal y no sea del Cártel de Jalisco. Atte Comandante Pardo”.

A 24 kilómetros del municipio veracruzano, la noche del 19 de abril en Minatitlán, fueron asesinadas 14 personas, entre ellas un menor de edad, por un grupo armado que irrumpió en un bar.

La vida es un carnaval de Celia Cruz sonaba mientras las detonaciones comenzaron, los asistentes buscaron refugio para evitar que las balas, provenientes de armas largas les arrancaran la vida.

Se presumió que el tiroteo fue el resultado de una guerra entre cárteles.

Coatzacoalcos: pueblo chico, infierno grande 

El aumento de la incidencia de homicidios es una constante desde hace varios años. En 2017, Coatzacoalcos se enfrentaba a una de las tantas tragedias que después devendrían a la ciudad. A plena luz del día y a sangre fría, el matrimonio de Martha y Clemente Martínez así como sus cuatro hijos, fueron ejecutados sin darles tiempo de nada.

Los hechos ocurrieron a las 18:20 horas, cuando se encontraban en un autolavado propiedad de las víctimas.

Los criminales llegaron abordo de un taxi, y armados con metralletas dispararon a quemarropa contra los integrantes de la famila. Ese fin de semana se registraron 22 muertos al sur de Veracruz.

Semanas después de la múltiple ejecución, el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares señaló al individuo Alaín López Sánchez, alias “La Liebre” como el autor material de la ejecución de la familia Martínez y dijo que el crimen fue en venganza porque Clemente había participado en un hecho delictivo ocurrido el viernes 23 de junio en la colonia Benito Juárez.

“La Liebre” pertenecía al grupo delictivo de Los Zetas. El 4 de marzo de 2019 fue detenido en Xalapa, Veracruz.