La capital oaxaqueña vivió un miércoles de caos derivado de las marchas que realizaron la Asamblea de Pueblos Indígenas y23 de Octubre, ambas para reclamar la liberación de dos de los presunto autores intelectuales del asesinato de su líder, Heriberto Pazos Ortiz, hace una década.

Además, señalaron por la falta de justicia y omisión en la que incurren las autoridades al no esclarecer este artero crimen.

Los integrantes de la API partieron del crucero de Hacienda Blanca hacia el Zócalo de la ciudad, lo que derivó en un caos sobre la carretera federal 190, debido a que es una de las vías más transitadas al ser el acceso de municipios conurbados a Oaxaca de Juárez.

La marcha de integrantes de la organización 23 de octubre partió del crucero de las oficinas donde se encontraba el IEEPO con rumbo al Zócalo capitalino.

Díaz Caballero, líder del Partido Unidad Popular (PUP), denunció que a nueve años de estos hechos, la Fiscalía General de Oaxaca no ha detenido a los autores materiales de este asesinato y a falta de pruebas sólidas mejor se liberó a quienes eran señalados de participar en el crimen.

Por su parte Alejandro Escobar, líder de la organización, sostuvo que ante la modificación de la sentencia del 28 de abril de 2018 en contra de los presuntos responsables Roberto Cárdenas Sosa y Rufino Juárez Hernández, quedaron en libertad.

Señaló que los magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca, Fernando Enrique Méndez Ortega; Gregoria Hortensia Castellanos Chávez y Luis Enrique Cordero Aguilar modificaron dicha sentencia bajo el argumento de que “no se demostró plenamente la responsabilidad penal de los acusados, en la comisión de delito de homicidio calificado, con las agravantes de premeditación y alevosía, en agravio de Heriberto Saúl Pazos Ortiz”, por lo que ordenan la liberación inmediata de las dos personas.

Ente esta situación, dijeron exigen que se de informe de las investigaciones para que se detenga a los verdaderos asesinos de Pazos Ortiz.