En un rincón de su cama, una niña sostiene las piernas contra su pecho mientras llora. Recuerda una mano sobre su boca. Entre gritos sofocados y llanto, se ve levemente la figura de un hombre por detrás.
“Mamá tengo que contarte algo”, le dice a una mujer. “¡Lárgate y deja de decir mentiras!”.
“Mi padrastro me está está haciendo cosas que no están bien”.
La escena forma parte de la campaña No te Calles, impulsada en 2018 por el Consejo Nacional de Población como parte de las estrategias para erradicar los casos de abuso sexual, la principal causa del embarazo de menores entre 9 y 14 años, y que generalmente ocurre por personas cercanas o de su propia familia.
De acuerdo con datos de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (SE-SIPINNA), el embarazo en niñas de 9 a 14 años aumentó 3.2% de 2011 a 2017, es decir, pasó de 11 mil 336 casos a 11 mil 704, según datos del Subsistema de Información sobre Nacimientos (SINAC).
La directora de convenios de SE-SIPINNA, Eunice Tania Jiménez, explicó a mexico.com que los prejuicios familiares provocan que las personas no denuncien este delito, con ellos las cifras no reflejan la realidad de los abusos sexuales en el país.
“En México no existen estimaciones específicas y actualizadas sobre cuántas niñas y adolescentes han sido víctimas de algún tipo de violencia sexual, incluido el abuso sexual”, dijo Jiménez.
Datos del informe anual Estadístico de la Incidencia Delictiva en la Ciudad De México de la Procuraduría General de Justicia, indican que de 2014 a enero 2019 existen 9 mil 659 averiguaciones previas y carpetas de investigación por abuso sexual. sin embargo, existen solo 43 casos de abuso sexual contra niñas y niños de 9 a 14 años.
Tan solo en 2016 se tiene registrado una denuncia por este delito. En 2014, 2015 y 2017 no cuenta con datos respecto a este grupo de edad, conforme a datos abiertos de la Ciudad de México.
‘Te roban tu infancia’
La fundadora de las organizaciones Casa Mandarina y Secret Survivors México, Mora Fernández, comentó a mexico.com que la violencia inicia desde que el Estado permite que exista un ambiente social donde niñas y niños sufran una violación.
Estadísticas de Secret Survivors indican que uno de cada tres niñas o niños en el país ha sufrido de abuso sexual y el 90% de los abusadores son familiares o conocidos. Ella misma comparte que fue víctima de abuso sexual por parte de su tío desde los 4 años hasta los 13 años y relata que el trauma lo guardó y le afectó en todo.
“Lo que pasa cuando te violan es que te roban tu infancia y te hacen sentir una adulta. No solo afecta tu aparato reproductor, tu vida sexual, te afecta en todo”, afirma Mora.
“Casi no hay estadísticas sobre el tema de abuso sexual infantil, porque es el mayor tabú, es el menos reportado porque se revictimiza a la víctima”, sentencia Fernández.
Además, la organización IPAS México reveló en un estudio de 2018 que 70% de las niñas y adolescentes entre 10 y 14 años que presentaron un hijo vivo ante el registro civil, el padre correspondía a una edad de entre 18 y 78 años.
El estudio registró que en 2017, las complicaciones relacionadas con el embarazo, parto y las siguientes 40 días después del parto se convirtieron la sexta causa de muerte en niñas menores de 15 años, al presentar padecimientos como eclampsia, anemia, hemorragia postparto e infecciones en el útero.
Protocolos
En la Norma Oficial Mexicana 046 sobre Violencia Familiar, Sexual Y Contra Las Mujeres se establece el protocolo que el personal de salud debe seguir para la atención de abuso sexual y embarazo por violación:
En caso de violación, el médico debe ofrecer de inmediato y hasta un máximo de 120 horas después del delito, el anticonceptivo de emergencia. Se debe informar sobre los riesgos de infecciones de transmisión sexual y en su defecto, prescribir profilaxis contra VIH SIDA.
El personal de salud está obligado a registrar las evidencias médicas de violación y estabilizar, reparar daños y evitar complicaciones a través de la evaluación de lesiones físicas.
Por embarazo producto de una violación, el médico debe prestar e informar sobre el servicio de aborto a la víctima. Si el médico presente no quiere realizar la interrupción del embarazo por objeción de conciencia, se deberá canalizar a un médico que realice el procedimiento.
En el Programa de Prevención y Atención de la Violencia Familiar y de Género 2013-2018 de la Secretaría de Salud estima que la tasa de casos de violencia sexual, denunciados ante Ministerio Público de 1997 a 2010, varía entre 23 y 28 por cada 100 mil mujeres, reportó el INEGI. Lo anterior corresponde a 15 mil violaciones cada año, de los cuales solo el 40% acude a denunciar en las primeras 72 horas.
El reporte de la Secretaría de Salud consigna que las denuncias la falta de confianza en las autoridades, la cercanía con el agresor y vergüenza son algunas causas para ocultar el abuso sexual.
Línea de ayuda
Ante estas razones, SIPINNA elabora un programa piloto de una línea telefónica de ayuda para niñas, niños y adolescentes que necesiten información y asesoramiento respecto a sus derechos reproductivos.
También se brindarán los primeros auxilios psicológicos y se identificarán las vulneraciones de los derechos humanos ante situaciones de violencias que podrían derivar en delitos. La acción se diseñará en coordinación con UNICEF, la Ciudad de México, Coahuila y Durango.
Otra estrategia para prevenir y erradicar la violencia sexual es buscar empoderar a las niñas, niños y adolescentes y otorgarles información a través de campañas y educación que involucre a jóvenes hombres a ser corresponsables en el embarazo.