Gildardo López Astudillo, el Gil, presunto “lugarteniente” del grupo criminal Guerreros Unidos acusado de tener un papel determinante en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotinzapa, en 2014, salió de la cárcel desde el sábado pasado.
“Se dicta sentencia absolutoria en favor de Gildardo López Astudillo, alias ‘El Gil’, por el ilícito de privación de la libertad, en la modalidad de secuestro”, se lee en la sentencia, donde además se conoce que también fueron absueltos y liberados otros tres hombres: Joaquín Lagunas Franco, el Omega, Juan de la Puente Medina, y Óscar Veleros Segura, acusados por el delito de delincuencia organizada.
La liberación se dio después de que un juez desestimara 81 de las pruebas presentadas contra López Astudillo, dos tercios del total, reportó el diario El País, al considerar que habían sido recabadas de forma ilegal.
También se da después de que la ahora Fiscalía General de la República (FGR) no presentara nuevas pruebas en su contra, según fuentes consultadas.
En el caso Ayotzinapa, de la desaparición de los 43 normalistas, hasta ahora no hay un solo sentenciado, aunque han sido detenidas más de 100 personas, durante estos años.
Desde 2014 y hasta la fecha, organismos nacionales e internacionales han señalado las fallas en la investigación del caso, e incluso la tortura de detenidos, referida en un informe de la ONU y que incluso quedó expuesta en un video, dado a conocer recientemente.
Gildardo López Astudillo fue detenido en septiembre de 2015, en Taxco, Guerrero. “Diversos imputados lo señalan directamente como el autor material de la desaparición de 43 normalistas”, dijo entonces quien era el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales.
De acuerdo con la declaración de otro de los presuntos implicados en el caso Ayotzinapa, identificado como Felipe Rodríguez Salgado, López Astudillo presuntamente fue quien notificó a Sidronio Casarrubias Salgado, líder de Guerreros Unidos, sobre la presencia de los estudiantes en Iguala, la noche del 26 de septiembre de 2014, advirtiendo que eran de un grupo rival, Los Rojos, y desatando una persecución y ataques en contra de los jóvenes.
“Nunca los van a encontrar, los hicimos polvo y los tiramos al agua”, escribió presuntamente el Gil en un mensaje de texto que mandó por teléfono a su jefe Sidronio Casarrubias, según la investigación de la PGR.
De acuerdo con la declaración de otro de los detenidos, Fernando Rodríguez alias el Cepillo, el Gil también ordenó asesinar y desaparecer a estudiantes, luego de que fueran trasladados a un domicilio de su propiedad, en la zona conocida como Loma del Coyote.
Antes de la liberación de el Gil, también han salido de la cárcel otros personajes señalados como presuntos responsables, con los que la PGR sustentó la llamada “verdad histórica”.
El Jona, el Pato, el Chereje, y otro hombre identificado como el Wereke, habían sido señalados por su presunta responsabilidad en los delitos de secuestro y delincuencia organizada, pero ambas acusaciones “se cayeron”, y quedaron libres.